Milton Millas propone que haya un toque de queda para los menores de 16 años de edad, después de la 1 de la madrugada. Lo dice por los riesgos que pasan los adolescentes que están en las calles a esas horas: habla de un incidente en que fallecieron dos menores. Está claro de que hay un problema serio, pero encuentro que un toque de queda es de las soluciones menos efectivas.
Un toque de queda significaría que una gran cantidad de carabineros tendrían que salir a las calles a esas horas. Y aquí está el problema: no hay los suficientes policías para que se pueda hacer bien. Hay otros trabajos que éstos deben realizar, además de vigilar las calles.
Los problemas que busca solucionar el periodista con esta medida son básicamente dos: la violencia y el alcoholismo de menores de edad. Pero, un toque de queda no es la mejor solución para esto. Ya vimos que no hay suficientes efectivos policiales para proteger a las personas en las calles para evitar la violencia. La solución sería penalizar más seriamente a los imputados, para generar temor entre los posibles asaltantes.
Los problemas de alcohol requieren una medida similar. Ya es ilegal el consumo de alcohol en menores de edad, pero igual un número importante de adolescentes lo hace. Esto es por un problema de educación, que los niños no se den cuenta del daño que están sufriendo. También hay serios problemas con los adultos que les venden alcohol; ellos terminan siendo igual de irresponsables que los propios adolescentes. La solución para esto es que las familias y colegios les inculquen desde pequeños que deben tener cuidado con el alcohol, y que la ley sea severa con los que venden a menores.
En conclusión, parece que Millas no le ha dado mucho tiempo para pensar esta idea. Un toque de queda claramente no ayuda mucho con esto ya que los adolescentes se emborracharían antes de la 1, y de ahí saldrían a hacer lo que quieran, todo antes de la 1.
Un toque de queda significaría que una gran cantidad de carabineros tendrían que salir a las calles a esas horas. Y aquí está el problema: no hay los suficientes policías para que se pueda hacer bien. Hay otros trabajos que éstos deben realizar, además de vigilar las calles.
Los problemas que busca solucionar el periodista con esta medida son básicamente dos: la violencia y el alcoholismo de menores de edad. Pero, un toque de queda no es la mejor solución para esto. Ya vimos que no hay suficientes efectivos policiales para proteger a las personas en las calles para evitar la violencia. La solución sería penalizar más seriamente a los imputados, para generar temor entre los posibles asaltantes.
Los problemas de alcohol requieren una medida similar. Ya es ilegal el consumo de alcohol en menores de edad, pero igual un número importante de adolescentes lo hace. Esto es por un problema de educación, que los niños no se den cuenta del daño que están sufriendo. También hay serios problemas con los adultos que les venden alcohol; ellos terminan siendo igual de irresponsables que los propios adolescentes. La solución para esto es que las familias y colegios les inculquen desde pequeños que deben tener cuidado con el alcohol, y que la ley sea severa con los que venden a menores.
En conclusión, parece que Millas no le ha dado mucho tiempo para pensar esta idea. Un toque de queda claramente no ayuda mucho con esto ya que los adolescentes se emborracharían antes de la 1, y de ahí saldrían a hacer lo que quieran, todo antes de la 1.
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